PRUDENCIA
"La multitud de sabios, salud es del mundo, y un rey prudente, es prosperidad de su pueblo"
(El Libro de la Sabiduría 6, 24)
En castellano esta palabra tiene las siguientes acepciones : 1) moderación, mesura, precaución; 2) cordura, juicio, seso, sensatez, tino, reflexión y 3) la primera virtud cardinal, que consiste en distinguir lo bueno de lo malo. Sus antónimos son imprudencia, necedad, insensatez.
La forma latina de la cual deriva es prudentia : previsión, conocimiento práctico, competencia, inteligencia, cordura, sagacidad.
Prudente se origina en el latín prudens, prudentis : que prevé, que sabe por anticipado, competente, práctico, reflexivo, juicioso, sagaz, cauto, cuidadoso. Prudens es la contracción de providens, un compuesto que significa literalmente el que ve por anticipado, el que pre-vé. Pro es una proposición que indica, entre otras cosas, antes, delante, hacia delante, al frente. Videns, videntis es el participio presente o activo del verbo videre (ver).
En la obra bíblica antes citada puede leerse también : "La prudencia es la verdadera ancianidad y la vida inmaculada es la honrada vejez". Ancianidad aquí no denota pues un período, una cierta edad, sino más bien un estado del ser asociado con la prudencia o sabiduría. Idea que se reafirma a través de la expresión : "La vejez honorable no es la de largos días, ni se mide por el número de los años".
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