URRACA
Este término refiere tanto a un pájaro vocinglero europeo (de casi medio metro de largo, pico y pies negruzcos, plumaje blanco en el vientre y parte de las alas y negro con reflejos metálicos en el resto del cuerpo) de la familia de los córvidos como a cierta ave americana semejante al arrendajo. Es domesticable. Se caracteriza por hurtar objetos pequeños y brillantes. En general no es agresiva, pero una variante australiana durante los últimos años se convirtió en un peligro contra la población de Bella Vista. Al manera de un caza bombardero se arrojaba sobre otros animales y personas para picotearlos. Declarada plaga, terminó siendo aniquilada.
En sentido figurativo, esta palabra se aplica a una persona charlatana y también a quien tiene la inclinación de recoger y guardar las cosas que encuentra. Provendría, aparentemente, de un antiguo nombre personal femenino castellano de origen ibérico: Urraca.
Otra posibilidad es que sea una voz de origen onomatopéyico. Se nos ocurre una tercera hipótesis. Urraca podría originarse en el vasco urratu: rasgar, romper, desgarrar. La urraca sería un pájaro característico por esas acciones. Varias reinas de España y Portugal han llevado el nombre Urraca. Se destaca entre ellas la reina de Castilla y León Doña Urraca, hija de Alfonso VI. Vivió entre fines del siglo XI y principios del XII. Primero casó con Raimundo de Borgoña y luego, tras la muerte de éste, contrajo enlace con Alfonso I de Aragón. De esa manera se unieron las coronas de Castilla-León con la de Aragón. No obstante, terminaron enfrentándose y Alfonso la repudió.
El teatro y los romances se han ocupado de estas mujeres gobernantes. Urraca, por otra parte, es el nombre de un cacique centroamericano de Boruca (Costa Rica) que en el siglo XVI dirigió una rebelión contra los españoles durante nueve años. Los europeos ambicionaban el oro de la región.
La asociación entre un nombre de mujer y esta ave de la familia de los cuervos estaría dada por su grito fuerte y áspero, considerándose que las mujeres son más estrepitosas y locuaces que los hombres. La misma relación aparece en otras lenguas. El inglés magpie está formado a partir de Mag (hipocorístico de Margaret). El latín tardío gaia (grajo) derivaría del nombre femenino Gaia. En la misma lengua castellana también aparece la voz marica (hipocorístico de María) para designar a la urraca.
Entre las numerosas leyendas folklóricas argentinas relacionadas con los orígenes de los animales, hay una referida a la urraca. Alberto Franco en la obra “Leyendas del Tucumán” refiere la siguiente:
“Había una vez una costurera ladrona, coqueta y orgullosa que tenía la costumbre de quedarse con parte de las ricas telas que le traían para su trabajo. Así se vestía lujosamente y cambiaba de trajes muy a menudo. Un día fue una mujer muy pobre para que le hiciera un vestido de dos colores: azul y amarillo. La costurera le pidió, como de costumbre, que comprara más cantidad de tela de la que necesitaba. A pesar de que el gasto era grande, la mujer cumplió con sacrificio sus indicaciones. Con los retazos que le quedaron, la costurera pudo hacerse un precioso vestido azul de pechera amarilla, y llena de vanidad lo lució en una fiesta. Pero aquella mujer pobre, que era la Virgen, para castigarla le hizo perder su forma humana y la convirtió en urraca. Aún lleva el traje de dos colores que la delató, y sigue siendo, como entonces, ladrona, coqueta y orgullosa."
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